En la orilla
y desde la roca,
desde el faro
y desde la solitaria barca,
mar.
En el estruendo de la ola
y en la espuma varada,
mar.
Si es de fiera naturaleza
o de tranquilo vaivén,
en la noche furtiva
o en el claro día
en el lento erosionar del tiempo,
mar.
Si miro en tus ojos
y me pierdo en tu mirada,
mientras mi mente navega
por las aguas de tu alma,
sin duda estoy siendo arrastrado
por un bello e impetuoso mar.
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