jueves, 14 de mayo de 2009

A ti, mi luna


Una noche mas
me encuentro solo
en mitad de la inmensidad.
Noche de verano
en que tu, luna mia,
vienes con tu corte a brillar.
Quién te dibujo
con alma de creador
iluminando en la oscuridad,
maestro era sin duda
y artista sin igual.
Es tu brillo blanco
esperanza del peregrino,
que a estas horas hace el camino
o descansa bajo tu paz.
Solo tu me comprendes
bajo el innato testimonio
de la embriagadora oscuridad.

Aquí vamos de nuevo

Un alma solitaria,
un suspiro sin dueño,
una gota de ánimo,
una cara sin reconocer
y mil sueños sin acabar.
Solo eso me queda,
cuando todo casi termino
cuando el día sin quererlo
perdió su sol.
Donde el todo es nada
y la nada es mi hogar,
allí un árbol vi crecer,
que no dio fruto jamás
en una tierra blanca
de estéril parecer.
Y la esperanza…
La esperanza…
Aun queda lejos,
Parece tan lejano…
Y no se si llegaré a ella
o se dará cuenta de que existo,
seria tan especial,
seria tan bonito el sueño.
Pero me duele despertar.
¿Y si despierto y no está?
¿y si despierto y se fue…?
Aquí vamos de nuevo.